domingo, 14 de diciembre de 2008
Resumen:
La tradición puede a la crisis y las compañías y sus empleados se resisten a no celebrar la Navidad, de forma que este año se mantendrán las típicas cenas y comidas, aunque se buscarán alternativas más baratas, y los trabajadores recibirán sus cestas de navidad con calidad similar a la de años anteriores.
Las reservas en los restaurantes se están retrasando, pero la gente no va a dejar de celebrar estas fiestas esperadas para muchos durante todo el año.
Respecto a las cestas de navidad, no se puede precisar con exactitud las ventas de este año, porque la gente acude a comprar a última hora. Además la calidad se mantiene respecto a 2007, estando los precios de las cestas entre 15 y 40 euros. Por el contrario, el subdirector de la Asociación Española de Entidades de Distribución (ASENDIS), Alberto Arranz, dijo que "aunque no hay grandes diferencias en las ventas respecto al año pasado, si que han constado una tendencia a adquirir los mismos productos de siempre pero más baratos".
Cincodias, 14 de diciembre de 2008
Comentario:
Como vemos, la navidad no entiende de crisis, o mejor dicho, los españoles en una fecha tan especial para ellos; ya bien por razones religiosas, porque gozan de vacaciones o porque se reunen en familia muchos de ellos, no quieren oir hablar de la crisis económica. En España, muchos preferimos gastarnos el sueldo y disfrutar el presente, porque en el futuro nadie sabe...ya habrá tiempo para lamentarse más tarde.
Son típicas las cestas de navidad, que como vemos las empresas mantienen, pues además es una forma de mantener contentos a los trabajadores, y aunque los productos que contengan sean más económicos, lo importante es el detalle y no tenerlo podría ocasionar descontentos en la plantilla. En la actualidad, ya está la población bastante preocupada y descontenta con el tema del desempleo y la inseguridad de poder conservar su empleo en un futuro no muy lejano, como para también quitarle "su caramelo" en navidad. Aunque si esto lo analizamos desde otro punto de vista, podemos pensar que por qué, en vez de regalar cestas de navidad y cenas, la empresa no se guarda el dinero que se gasta en estos actos y lo guarda para lo verdaderamente importante, utilizándolo como "garantía de los puestos de trabajo" aunque permita poco margen de maniobra, pero menos es nada. Y al igual que se pueden recortar gastos de esta manera, también se pueden llevar a cabo otras políticas como recortes de salarios, aunque por supuesto después de navidad (debido al disgusto emocional que supondría hacerlo antes), con el objetivo y el compromiso de no despedir a los empleados.
Gema Toribio Escribano